Que mañana puedas decir:
Yo me acosté, dormí y desperté porque Dios me cuidaba.
Que descanses y te levantes con renovadas fuerzas.
Querido Dios te agradezco por este bello día que ha pasado,
y por esta noche que nos regalaste,
es un motivo único para agradecerte y pedirte que
guarde en mis sueño y estés en mi despertar.