y un relajado despertar con el favor de Dios.
En paz te acostarás, y dormirás
porque Dios te hace vivir confiado
en sus brazos de amor y bendición.
Que los ángeles te guarden mientras duermes
y velen tu sueño, descansando todo lo que te preocupa
en quien puede hacer algo por eso, en el Señor,
quien te dice: Ven a mí si estás cansado y cargado
que yo te haré descansar.
El Señor te conoce, te ama y quiere que tengas
un descanso seguro y reparador
para que puedas realizar tus labores
con la energía y la atención necesaria cada día.