El mundo es de mi Dios;
su eterna posesión.
Eleva a Dios su dulce vo
zla entera creación.
El mundo es de mi Dios;
conforta así pensar.
El hizo el sol y el arrebol,
la tierra, cielo y mar.
El mundo es de mí Dios;
escucho alegre son
del ruiseñor, que al Creador
eleva su canción.
El mundo es de mi Dios;
y en todo mi redor
las flores mil con voz sutil
declaran fiel su amor.
El mundo es de mi Dios;
jamás lo olvidaré.
Y aunque infernal parezca el mal,
mi Padre Dios es Rey.
El mundo es de mi Dios;
y al Salvador Jesús
hará vencer, por su poder,
con la obra de la cruz.