¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación? (Heb. 1: 14.)
Dios tiene ángeles cuya única obra consiste en atraer a los que serán herederos de la salvación... La obra de los ángeles consiste en retener los poderes de Satanás.
La obra de estos seres celestiales consiste en preparar a los habitantes de este mundo para que lleguen a ser hijos de Dios, puros, santos e incontaminados. Pero los hombres, a pesar de que profesan ser seguidores de Cristo, no se ponen en tal situación que puedan comprender este ministerio, y de esta manera dificultan la labor de estos mensajeros celestiales. Los ángeles, que siempre contemplan el rostro del Padre en el cielo, preferirían permanecer junto a Dios, en la atmósfera pura y santa del cielo; pero debe hacerse una obra que consiste en traer la atmósfera celestial a las almas que están tentadas y probadas, para que Satanás no las descalifique para el lugar que Dios quiere que llenen en las cortes celestiales. Los principados y las potestades en lugares celestiales se combinan con estos ángeles en su servicio en favor de los que serán herederos de la salvación.
Los ángeles, que harán por vosotros lo que no podéis hacer por vosotros mismos, esperan, vuestra cooperación. Esperan que respondáis a la atracción de Cristo. Acercaos a Dios y el uno al otro. Mediante vuestros deseos, vuestras oraciones silenciosas, vuestra resistencia a los instrumentos satánicos, poned vuestra voluntad de parte de la de Dios. Mientras tengáis el deseo de resistir al diablo, y oréis sinceramente diciendo: "Líbrame de la tentación", tendréis fortaleza para el día. La obra de los ángeles consiste en acercarse a los probados, tentados y sufrientes. Trabajan mucho tiempo e incansablemente para salvar a las almas por las cuales Cristo murió. Y cuando las almas aprecian sus avances, aprecian la asistencia celestial que se les envía, responden a la obra del Espíritu Santo a su favor; cuando colocan su voluntad de parte de la voluntad de Cristo, los ángeles llevan las noticias al cielo... y hay gozo en el ejército celestial.
E. G. White