respiras, pues así sé que yo respiro,
sueñas, pues así fabricas mis sueños,
miras, pues de tus miradas vivo,
hablas, pues tu voz es mi alimento
callas, pues con tu silencio me emociono
y yo te amo, pues no hay nada sin amarte.
Yo soy tuyo, tuyo
inmensamente tuyo,
a lo largo de tu breve aliento eterno,
susurrando mi vida en nuestros besos
perteneciéndote en mil miradas,
soñándote en tus despertares,
soy tuyo: mi meta lleva tu nombre.